
Cómo cuidar prendas de lana
Las prendas de lana son el aliado perfecto para protegernos del frío durante el invierno y además están de moda. Sin embargo, necesitan unos cuidados especiales de lavado, secado y planchado para conservarlas como nuevas durante años. No os perdáis nuestros consejos.
Si has tejido un precioso jersey, tienes prendas de lana para tu bebé o tu madre te ha regalado un cuello hecho a mano y temes que llegue la hora de lavarlo por si se estropea, toma nota de estas recomendaciones para conservarlos como nuevos durante más tiempo.
Lo primero que tienes que saber sobre cómo cuidar prendas de lana es que deben ser lavadas con agua tibia y sin suavizante, ya sea a máquina en un programa especial, o a mano. El agua caliente encogerá la prenda y la fría la estirará. Si eliges la opción de lavado a mano, nunca debes frotar. Además, hay un truco para conservar la tonalidad original: añade un chorreón de vinagre al agua.
Para el planchado, hay que tener en cuenta que la plancha esté a temperatura inferior a 110º C y que es mejor plancharla cuando esté aún un poco húmeda.
A la hora de secar tu ropa de lana no debes retorcerla, escurrirla, ni utilizar secadora. Te recomendamos que la pongas extendida en una toalla o sobre un material absorbente en una superficie recta y plana y la dejes secar a la sombra.
Y para guardarla cuando termine la temporada solamente debes de elegir un sitio con espacio y holgura y evitar que coja marcas o arrugas innecesarias.
¿Todavía tienes dudas sobre cómo cuidar prendas de lana? Te damos un truco: Guarda las etiquetas de los ovillos con una pequeña muestra de la lana que has utilizado. En ellas encontrarás indicaciones específicas del fabricante y podrás consultarla cuando tengas tu prenda sucia.